Las reacciones de la piel son múltiples y variables en función de las características propias de cada Individuo y de la interacción de ellos con muchos factores externos a los cuales pueden estar expuestos.

Aunque el término PIEL SENSIBLE comenzó a usarse hace décadas de manera esporádica, ha aumentado mucho en los últimos años. Quizás el principal problema consiste en que es un síndrome difícil de definir y de diagnosticar.

Se han propuesto muchas definiciones, pero pudiéramos resumir varias características que se manifiestan en la piel, en este tipo de síndrome:

  • Alta sensibilidad subjetiva (basándonos fundamentalmente en lo referido por el paciente).
  • El poder presentar o no, síntomas clínicos acompañantes.
  • Poseer un umbral de tolerancia disminuido y una barrera cutánea deteriorada.

La bibliografía científica ha demostrado que la prevalencia de la PIEL SENSIBLE ha aumentado mundialmente en los últimos años. Por ejemplo, en estudios realizados en Japón, Estados Unidos y Europa, se estima que lo padecen un 30% de hombres y un 50% en el caso de las mujeres.

Además del sexo, vemos que hay una tendencia en que las pieles negras sean menos sensibles que las caucásicas (blancas) y estas, a su vez, menos sensibles que las asiáticas. La edad también puede influir, demostrándose que los jóvenes son más sensibles que los mayores. De manera habitual este es un fenómeno que disminuye con la edad.

Como ya mencionamos el síndrome de Piel Sensible se puede entender como un proceso multifactorial, que comienza con un origen genético y se combina con factores intrínsecos o extrínsecos que lo agravan o desencadenan.

Dentro de los factores intrínsecos destaca tener un estrato corneo delgado, un alto índice de perdida de agua en la piel, una alteración de nuestra barrera cutánea, etc. También hay algunas patologías asociadas que pueden agravar el síndrome, como pueden ser el acné y la dermatitis seborreica.

El uso de productos cosméticos no adecuados para este tipo de piel puede ser uno de los factores externos más frecuentes. En este caso no es recomendable los cosméticos que contengan alcohol, resorcina o ácidos muy fuertes.

Los factores ambientales más desencadenantes son el frio o el calor extremo, la radiación solar, el viento y la contaminación ambiental. Por su parte, los hábitos alimentarios, también pueden tener una gran influencia: dietas ricas en especies, alcohol, café, comidas picantes, etc.

 

La comida picante es mala para el hígado? - Quora

 

Los síntomas más frecuentes son picor, ardor, escozor y tirantez y se localizan fundamentalmente en cara, cuero cabelludo, pies, cuello y espalda.

Este tipo de piel resulta un verdadero reto para el COSMETÓLOGO y su tratamiento en cabina. Se recomienda el uso de productos fríos, como geles, tónicos y mascara hidroplásticas. No es recomendable el uso de cosméticos con partículas abrasivas, extremadamente ácidos o con altos niveles de alcohol, con mentol o alcanfor, o aquellos que sean difíciles de aplicar y retirar. Todas las técnicas deben ser con maniobras suaves para no agredir la piel del paciente y empleando fundamentalmente activos refrescantes, calmantes y descongestivos tales como: aloe, manzanilla, caléndula, azuleno, alantoína, activos vaso tónicos, etc.

Para este tipo de piel toca probar y estandarizar el protocolo para cada paciente ya que las respuestas pueden ser muy diferentes entre unos y otros.

5 secretos para cuidar tu piel sensible

1. Descubre la raíz del problema.
Traducción: ve al dermatólogo.

2. Aplicar siempre protección solar.
Muchas personas que sufren de piel sensible tienen miedo de usar protector solar por temor a que empeore su irritación. Pero siempre que utilices un protector solar mineral (no químico) a diario, tu piel debería estar bien y protegida.

3. Utiliza limpiadores suaves, delicados y sin perfume.
Las pieles sensibles se irritan menos cuando utilizan limpiadores sin productos químicos agresivos, como el lauril sulfato de sodio, que se encuentra en la mayoría de los jabones y exfoliantes. Aunque ayuda a que el jabón haga espuma, puede ser muy irritante. El uso de jabones fuertes es la causa número uno de la pérdida de la barrera protectora natural de la piel y de la mayor susceptibilidad a los alérgenos e irritantes.

4. Hidrátate al menos dos veces al día.
Cuando te apliques la crema hidratante, lo que debería hacerse tanto por la mañana como por la noche, asegúrate de que tu piel está húmeda para que se fije la humedad y se hidrate con mayor eficacia.

5. Báñate con agua tibia.
El agua caliente puede agravar la sequedad excesiva de la piel, por lo que es conveniente limitar el baño en agua tibia a no más de 10 minutos. Después del baño, evite secar la piel de forma agresiva con una toalla; en su lugar, seque la piel dando suaves palmaditas. Te recomendamos usar un jabón de avena, ya que se ha demostrado que la avena tiene propiedades antiinflamatorias.